13 mar 2010

Mujeres y poder

La periodista Anna Castells Mayor, que fue editora de la tercera edición del Telediario TVE y Jefe de Prensa del Tribunal Constitucional de España, ha publicado el interesante artículo de opinión Mujeres y poder en euroXpress. Portal de noticias de la Unión Europea, en el que analiza la situación de la mujer en puestos de poder económico, político y social, a la vez que destaca la contradicción de reclamar al mismo tiempo igualdad y discriminación positiva.

11 mar 2010

La autoridad en la escuela

El programa Respira de BTV ha dedicado el capítulo 25, emitido el 10 de marzo 2010, al interesante tema de la autoridad en la escuela.
Han intervenido tres testimonios:
Laura Pérez, de la escuela Costa i Llobera,
Mariona Guilera, de la escuela Ipsi, y
Josep Masabeu, de Braval.
También han participado el filósofo Ferran Sáez y el profesor y escritor Gregorio Luri. Además se dan sugerencias para inspirarse a través de películas, libros y otros medios.
El programa, dirigido y presentado por Lluís Reales, proporciona un amplio abanico de temas de reflexión, al tiempo que describe tres experiencias educativas con buenos resultados.
Ver aquí el programa

7 mar 2010

Lectura recomendable

Me encuentro este jueves pasado con un artículo (Quatre apunts sobre immigració) del historiador Joan B. Culla en el diario Avui. Un ejemplo de cómo tratar la problemática de la inmigración sin dogmatismos y sin caer en el buenismo.

Inmigración y encaje en la sociedad

Para empezar este blog, copio un artículo que publiqué hace unas semanas:

La inmigración es una realidad poliédrica, con muchas facetas interconexionadas, que constituye, probablemente, el reto más complejo que nuestro país ha de afrontar actualmente.

Es fundamental definir un modelo de encaje en la sociedad que pueda ser entendido y compartido por todos los ciudadanos.

Los inmigrantes deben ser legales y llegar a constituir una clase media normal, desarrollando una vida compatible con la vivencia de las propias creencias. Hay que contar con ellos, siempre y cuando acepten nuestros códigos. Hay que enseñar que quien se ha de adaptar a una determinada cultura es el que llega a la misma. Y no al revés.

Sólo si en la sociedad está garantizado un núcleo duro inicial, un fondo de referencia en el plano antropológico, se pueden amalgamar las comunidades extranjeras, integrarse con los elementos fundacionales y se puede evitar que ‘se vuelva loca’ la convivencia civil. Así se puede ir construyendo un encaje en la sociedad que debe pivotar en la interculturalidad + uniformidad ética en los derechos universales, unos principios que deben ser inalienables y asumidos por todo el mundo, como son: la igualdad, los derechos de la persona, la no discriminación de la mujer, la libertad religiosa, la separación iglesia-estado, la supremacía de la norma ética, etc. La exigencia de estos valores es algo irrenunciable.

Debemos construir un país con estos valores unificados y sin dudas. La puerta de entrada al país se ha de abrir a aquellos que se comprometan de verdad a arraigarse.

El problema estriba en definir esos valores. Para ello, desde el año 2004 se van desarrollando encuentros interdisciplinares en diversas universidades del mundo para intentar llegar a definir unos principios fundamentales, un común denominador de principios, compartidos por todos.

Una gran dificultad se encuentra en la idea que tenemos de esos principios. Cuando en occidente nos referimos a los derechos fundamentales de la persona pensamos automáticamente en los recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU de 1948. Pero en el mundo musulmán están pensando en la Declaración de El Cairo sobre Derechos Humanos en el Islam del año 1990, firmada por pocos países, en la que se relativizan muchos de esos derechos hasta casi vaciarlos de operatividad, al someterlos a la interpretación de la sharia o ley religiosa islámica. Se usan las mismas palabras, pero se refieren a realidades distintas.

¿Dónde encontrar esos principios fundamentales? Habrá que seguir debatiendo,  estudiando y profundizando en estos tres ámbitos:
- La primacía de la razón frente a la fuerza
- Una apuesta decidida por el diálogo, para tender puentes entre distintos
- La responsabilidad de los representantes religiosos, de los gobernantes y de los intelectuales llamados a liderar este diálogo racional entre culturas y religiones