2 ago 2011

Braval, uno de los secretos de la cohesión social en el barrio catalán más multicultural

Reportaje de Elisabet Borreda, publicado en social.cat el 9.06.11

1,1 kilómetros cuadrados, 49.000 habitantes, un 47% de inmigración y un 40% de paro. Estos cuatro datos retratan el barrio del Raval de Barcelona, la zona con una concentración de inmigrantes más alta de Cataluña, por encima de ciudades como Salt (con 32.000 habitantes y una densidad de 4.598 hab./km2 frente a la densidad del barrio barcelonés de 44.831 hab./km2) que en más de una ocasión ha sido portada de diarios por temas de inmigración. En pleno corazón del Raval y en medio de una gran variedad y cantidad de entidades que procuran por la integración de la inmigración y por la cohesión social encontramos Braval.

Según su presidente, Josep Masabeu, Braval es un centro de apoyo socioeducativo que, a través del deporte, hace un seguimiento académico de los chicos para evitar el absentismo escolar y guiarlos hacia la formación superior o hacia el mundo laboral. La entidad se creó el año 1998 y desde entonces más de 1.000 chicos han recibido su asistencia.

El funcionamiento es claro y eficaz: Braval tiene montados 11 equipos en competición -6 de básquet y 5 de fútbol sala- que juegan en la liga normalizada de Barcelona y que permite la interrelación con chicos de otros barrios. Cuando un chico quiere ingresar en el equipo se le deja entrenar y jugar un par de días y si le gusta se contacta con los padres o con los representantes legales y se les explica que para formar parte de estos equipos debe asumir un compromiso que pasa por ir a la escuela y una pequeña colaboración económica mensual. De esta manera, con un precio simbólico se consigue que los responsables del chico tengan más claro el valor de esta entidad que lucha contra el absentismo escolar y, además, desde Braval también se ofrecen horas para hacer los deberes que ayudan a ver los puntos fuertes del chico, comunicarlos al colegio y potenciar al máximo su motivación.

Los voluntarios, pieza indispensable de este engranaje
Braval no se entiende sin el trabajo de los voluntarios. Cada uno de los equipos deportivos cuenta con 7 u 8 personas que llevan los equipos deportivos y que acaban siendo un referente de los chicos, siempre en función de la sintonía que hay entre ellos. Un valor añadido de la entidad es que el éxito se plasma en el hecho que algunos chicos que han pasado como “alumnos” han acabado siendo voluntarios cuando se han hecho más mayores, que 200 de los más de 1000 chicos que han pasado por Braval ya están trabajando, que 13 están en la universidad y que uno ya es ingeniero informático. El contacto constante con los chicos también ayuda a los voluntarios a poder orientar nuevos programas como el de inmersión lingüística o el casal de verano en función de sus inquietudes y necesidades y a entrevistarse periódicamente con los padres para hablar de cada caso concreto.

'Si no te comportas, no juegas'
La entidad anualmente acoge unos 200 chicos de 30 países diferentes que se agrupan en equipos deportivos multiétnicos para evitar ghettos. 130 voluntarios gestionan estos grupos dedicando 14.000 horas anuales. Semanalmente hay tres días de actividad: uno para entrenar, uno para competir y otro para el estudio o las celebraciones; una planificación ideada para conseguir los tres objetivos de cohesión social, luchar contra la marginación y facilitar la incorporación de los inmigrantes a la sociedad. Pero siempre procurando el cumplimiento de su parte del trato por parte del chico: 'Si no te comportas, no juegas', asegura Masabeu.

Terral, el homólogo del Braval para chicas
Los fundadores de Braval, antes de crearlo, viajaron a Estados Unido e Inglaterra para aprender de otros organismos que ja hacían este trabajo. En ambos casos se encontraron con la misma recomendación: en el cas de los chicos, un chico trae a un amigo y, cuando éste ya está dentro de la asociación, se consigue el beneplácito de sus padres y, entonces, dejan inscribir a la chica, la hija. En el caso de las chicas la dinámica es distinta: si quieres atraer a una chica primero debes conseguir la confianza de las madres. Y esta filosofía se sigue en Terral, el centro con las mismas funciones que el Braval orientado sólo a chicas y que articula sus programas en proyectos colectivos como grupos de teatro o coral.

Aunque con técnicas diferentes, ambas entidades consiguen, ampliamente, sus principales objetivos: la cohesión social, la lucha contra la marginación y facilitar la incorporación de los inmigrantes a nuestra sociedad en el barrio más multicultural de la capital catalana.

18 jun 2011

Concierto en "El Teatrillo" a beneficio de Braval

El Teatrillo es un pequeño local de Sarrià (Barcelona) sin ánimo de lucro en el que se juntan dos mundos: la música y la acción social. Los organizadores buscan músicos de todo tipo (pianistas, cantantes de ópera, grupos de jazz, guitarristas, castañuelas, etc.) para que deleiten al auditorio con sus dotes artísticas en unas veladas en las que se aprovecha para presentar la labor de muchas ONG, con el fin de conocer la gran labor que éstas realizan y colaborar en sus proyectos.

El Concierto CLIII, celebrado el 9 de junio 2011, fue a beneficio de Braval.

Los músicos
Núria Dardinyà   SOPRANO
Marie Malechova   PIANO
Raúl Poblet   TENOR

Repertorio
Primera parte
E. Toldrà.  Canticel. Cançó de grumet
I. Corderas.  Ave María
F. Mompou.  Pito, pito colorito
M. Falla.  Paño moruno
X. Montsalvatge.  Canción de cuna. Punto de habanera
Segunda parte
G. Rossini.  Il Barbiere di Siviglia. Che vecchio sospettoso
W.A. Mozart.  Don Giovanni. Ma qual mai soffre
G. Puccini.  La Bohéme. Si mi chiamano Mimi
E. de Curtis.  Tu ca nun chiagne!
F. M. Valls.  Cançó d’amor i de guerra. En el Vallespir. Per tu Francina meva







Asistieron unas 80 personas, y se recogió un buen donativo para Braval

13 jun 2011

Mézclate conmigo

El Raval: convivencia multicultural para evitar el conflicto social

Reportaje de Sílvia Melero. Publicado en la revista 21RS. Junio 2011

Las calles de este barrio están dibujadas con pinceles de colores y trazos de diversidad. En poco más de un kilómetro cuadrado conviven personas de 30 países que hablan 10 lenguas y profesan 9 religiones. Es una de las zonas con mayor densidad demográfica de Cataluña. Casi la mitad de los vecinos son inmigrantes. Visitamos un experimento de mezcla multicultural entre chavales -balón en mano- para evitar el estallido social y le tomamos el pulso al barrio más mestizo de Barcelona.


“¿Tú sabes quién es Bin Laden?”. Hoy los chicos del barrio del Raval charlan animadamente sobre lo que han visto en la tele. La cosa no está muy clara. “No se sabe si le han matado o no”. También están contentos porque anoche el Barça ganó al Madrid. “Ponlo en el reportaje”. Tienen 10 años y van llegando poco a poco al centro de apoyo socioeducativo Braval, después del cole. Aquí pasan la tarde jugando, haciendo los deberes y, sobre todo, pensando en el próximo entrenamiento. Bryan, que es de Santo Domingo y llegó a España hace seis años, explica que es el portero del equipo. Andrei, filipino, vino hace tres años con su padre, su madre llegó primero. “Mi mejor amigo está aquí, en Braval”, dice. Está contento, sus compañeros bromean, parece que le va a pedir salir a una chica. También está Efrén, que es de Barcelona y juega en el equipo de baloncesto.

“Sean de donde sean, los chavales se relacionan por aficiones comunes, no por factores étnicos, así que el deporte es una buena herramienta para forzar la mezcla”. Pep Masabeu tiene claro que hay que crear espacios de convivencia entre autóctonos y foráneos para evitar los guetos. Preside la entidad Braval a pie de calle y es doctor en Pedagogía por la Universidad de Barcelona.

También es consciente de que sus declaraciones a veces pueden generar polémica, como cuando dice que “algunos políticos y gurús han visto pocos inmigrantes en persona y hablan de oídas sobre la inmigración” o que “hay que dejar de financiar asociaciones de inmigrantes porque separan y no mezclan”.

Por las laberínticas calles del barcelonés barrio del Raval se va encontrando con adolescentes que lo saludan animadamente. Van a entrenar al polideportivo. “Nuestro gancho es el deporte. La mayoría llegan porque se lo ha dicho un amigo. Se apuntan al equipo y luego viene todo lo demás”. Les piden autorización de los padres para que vengan en persona y sepan que hay unas normas: primero se estudia y se hacen los deberes. Si no, no se puede entrenar ni jugar.

“Son chavales con poca gratificación afectiva, hay que invertir en cariño, en atención personal. Muchos o no tienen a sus padres aquí o apenas los ven porque trabajan muchas horas y no pueden hacer un seguimiento cercano de los niños”, puntualiza Pep.

Algunos pasan demasiado tiempo en la calle, como explica Rubén Mestre, jefe de programas de Braval. “Un día me decía un chaval que en la calle te sientes importante, pasa todo lo que se ve en las películas (peleas, robos, policía…). Es cierto que si les tienes en una burbuja no se educa para estar en la calle, pero hay que darles pautas. Cuando hacemos excursiones, por ejemplo, vamos en transporte público porque forma parte del aprendizaje cederle el asiento a una anciana”.  Organizados por edades en equipos de fútbol y baloncesto, los niños comparten con sus compañeros de partido las horas de estudio y eso une mucho.


Laboratorio de convivencia
Pep insiste en desmontar los estereotipos que tenemos sobre la inmigración. “Se difunde una visión sesgada y el ambiente se está enrareciendo. El problema no es la inmigración, es el paro. Se nota que los chavales están más nerviosos por las circunstancias económicas de sus familias”. Defiende que El Raval no es sólo prostitución, droga y delincuencia. También es un laboratorio de la convivencia posible en una Cataluña cada vez más mestiza.

En este barrio (y en poco más de un kilómetro cuadrado) viven 48.000 personas de 30 países, que hablan 10 lenguas y profesan 9 religiones. Es una de las zonas con mayor densidad demográfica. El 47% de los vecinos son inmigrantes (principalmente pakistaníes, seguidos de filipinos, bangladesíes, marroquíes e italianos). La tasa de paro ronda el 30%. Y siete de cada diez habitantes sólo tiene estudios de Primaria.

Por eso, que 200 chavales que han pasado por Braval estén trabajando “con contrato” y 13 hayan llegado a la universidad les llena de orgullo. “Braval no es un centro para inmigrantes sino para los habitantes del Raval. Como resulta que en el barrio hay muchos inmigrantes, pues lógicamente tenemos inmigrantes”, matiza su presidente.

Del Opus Dei a la mezquita
La iniciativa de Braval forma parte de las obras de promoción social del Opus Dei para promover la cohesión social y evitar la exclusión de los jóvenes. “No ocultamos nuestra identidad cristiana, pero aquí hay chavales y voluntarios de todo tipo (tenemos católicos, evangelistas, musulmanes, hindúes, budistas, ortodoxos, judíos, agnósticos…). A veces parece que hay que evitar el tema de la religión, como si todos tuviéramos que ser aconfesionales, y creemos que es un error. Para nosotros forma parte de la identidad de cada cual”. Rubén cuenta la anécdota de un niño que les han enviado desde un centro de menores. “Resulta que todos los viernes se escapaba del centro. Un día uno de los voluntarios que tenemos aquí habló con él y el pequeño le explicó que se escapaba para ir a la mezquita. Desde entonces, el voluntario lo acompaña y ha dejado de escaparse”.

Y es que los monitores son la pieza clave de este proyecto. Escuchan, motivan y son un referente. “El ejemplo del Barça nos ha servido para trasmitirles valores como el esfuerzo, la deportividad y el compañerismo, en un lenguaje cercano que es el que ellos manejan”, dice Pep.

Llama la atención que en Braval no hay niñas. “Es un centro para chicos, todo pivota en torno a los equipos de fútbol y básquet masculinos. Tenemos otro centro para niñas, pero el deporte no ha funcionado tan bien. Sólo hemos logrado un equipo de baloncesto femenino. Vamos probando cosas y adecuando el modelo a las necesidades que detectamos. A nosotros nos funciona esto, no digo que sea el mejor método ni que todas las organizaciones tengan que hacerlo así, pero es lo que nos ha funcionado”.

Ese otro centro es Terral. Aquí el método es a la inversa: primero atraen a las madres (con cursos sobre cocina, costura o alfabetización) y luego a las hijas. “Si no, las mujeres marroquíes no saldrían de casa. Lo importante es que vengan y que hablen con otras mujeres, que cuenten sus cosas. Hay mucho maltrato. Las niñas encuentran un espacio de paz donde poder estudiar”, cuenta Victoria Guindulain, directora del centro.

Seguimos avanzando por las calles del Raval y nos encontramos con Salvador Trojaola, comerciante catalán y presidente de la Asociación de comerciantes Nou de la Rambla. Su hijo de 14 años está en un equipo de fútbol de Braval. “Fue allí y se apuntó. Le gusta el ambiente, se lo pasa bien. Sólo habla de su amigo chino, que es el portero. Este barrio es rico en diversidad, ningún problema, está normalizado”.

Pep aclara que eso se ha logrado por la labor que están haciendo muchas organizaciones y entidades. “El ayuntamiento de Barcelona está haciendo un esfuerzo importante en infraestructuras y rehabilitación de edificios (junto al Museo Macba hay casas sin agua corriente), pero eso no es suficiente, hay que apoyar la cohesión social y humana”.  Para que no ocurran altercados como en Salt y Vic. “Hay que acabar con la zonificación de las escuelas. Si en un colegio el 92% de los alumnos son de fuera, ¿quién se integra? Prefiero hablar de acomodación, encaje. Las personas que llegan a un país deben aprender las normas sociales y culturales para convivir. Tienen derechos y deberes y deben cumplirlos, no porque sean inmigrantes sino porque son ciudadanos. Primero esto, y luego ya te enseñaré a hacer paella y ya me enseñarás a hacer cuscús”.

En esa realidad poliédrica que es la inmigración, conviene evitar los estereotipos y los prejuicios que sólo confunden y no permiten abordar uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el país, según Pep.

Para Teresa Llorens, responsable del Área de Igualdad y Ciudadanía de la Diputación de Barcelona, la inmigración suma y no resta. “Un desafío es la participación de la población inmigrante en el desarrollo de su pueblo o ciudad en entidades y en la política. Es fundamental para garantizar una buena convivencia. Así fomentamos el diálogo y el necesario entendimiento mutuo. Tenemos que seguir construyendo puentes de conocimiento porque muchas veces los roces se producen por el desconocimiento y por no entender al vecino”.


Voluntarios, un referente para los chavales
Son tutores de estudios, entrenadores del equipo o monitores de ocio. Pero, sobre todo, son las personas más cercanas a los chicos de Braval.

Glen (23 años). Nacido en Cataluña, es hijo de padres filipinos. Su historia es un buen ejemplo de la cadena que genera Braval. De pequeño conoció el centro a través de un amigo porque tenía problemas de estudios. Hoy es el primer joven de Braval que está a punto de terminar una carrera (ingeniería informática). Ahora es uno de los voluntarios. “De alguna manera quería agradecer la ayuda que recibí y devolverla ayudando a otros”.

Pablo, mexicano. Comenzó a ser voluntario como entrenador de baloncesto y ahora les orienta en los estudios. “Como inmigrante, aprendo mucho de las familias que abandonan todo por un sueño. Los chicos ven que sus padres trabajan mucho, incluso los domingos, se matan trabajando. De forma natural quieren trabajar, son muy extrovertidos. Aprendes mucho de ellos, de las diferentes formas de vivir la felicidad”.

Jorge (71 años). Español, ingeniero industrial jubilado. Desde hace dos meses es voluntario ayudando en problemas de estudios. “Una de las cosas más bonitas que he descubierto es que todos los chavales son iguales, no hay clases sociales. Hay que dar amor, quererlos, darles todo lo que puedas”.

Javier (28 años). Argentino. Dice que Braval es parte de su familia. Comenzó enseñando castellano a un niño filipino. “Se estaba incorporando a la escuela y lo más urgente era aprender la lengua”. Después dio clases de teatro y ahora un curso de orientación laboral. “Aquí se inculca mucho respeto. Yo no practico ninguna religión. Me he encontrado con gente estupenda, aferrada a los sentimientos, no a las desigualdades. La fortaleza del proyecto es creer en las personas, la armonía entre culturas. Esos niños seguramente no van a tener problemas de racismo de mayores”.

Guillermo (24 años). Español, acaba de terminar su carrera. “En el campo el grupo se lleva muy bien, se evaden, conocen la cultura de los demás. Me encanta entrenarlos y ayudar en los estudios, hacer algo que no suponga pensar en ti”.

7 jun 2011

Pa i Tomàquet amb Tertúlia

El Pa i Tomàquet amb Tertúlia es una tertulia-cena alrededor de una mesa, degustando pan con tomate bien acompañado y excelentemente regado, en la cual se tratan temas de interés con un Invitado de Honor y una docena de personas más.

El objetivo es debatir sobre temas de interés y de actualidad. Se celebra en Barcelona, en un piso particular del Paseo de Gracia. Generalmente un lunes desde las 20:00h. hasta las 22:30h. La primera sesión se realizó el 19 de Junio del 2000, y hasta el 30-05-2011 se han celebrado 194 "Pa i Tomàquet amb Tertúlia", con la participación de 1.380 asistentes diferentes.

Los Invitados de Honor son cualquier persona con la que sea interesante mantener un intercambio de opiniones.

Fui el Invitado de Honor el 30-05-2011. Hablamos sobre diversos aspectos de la inmigración, con las siguientes personas:

Anna Armengou Iglesias .- Licenciada en Psicología. Gerente de Tribuna Barcelona
Jaume V. Aroca .- Periodista. Redactor de política de La Vanguardia
Gemma Calvet .- Abogada y Consultora. Experta en Políticas sociales y penitenciarias
Ignasi Camps .- Cocinero. Propietario Restaurante Ca l'Ignasi de Cantonigròs
Maria Casanovas .- Abogada
Ferràn Espada .- Periodista. Director de El Punt Barcelona
Ernest Flaqué  .- Empresario. Presidente de Inmogrup y de Raval Solidari
Ismael Palacín .- Director Fundación Jaume Bofill
Julieta Regás .- Empresaria
Carla Sanclimens Armengou .- Economista. Dep Marketing de Panrico
Josep Mª Sanclimens i Genescà .- Abogado, Consejero Delegado del Grupo BGI. Secretario General de Tribuna Barcelona
Josep Mª. Sust Alemany .- Empresario. Presidente de Cubil
Virginia Tarragona .- Empresaria. Cincventaycinco
Francesc Vilà .- Psicólogo. Cuina Justa
Josep Vilallonga Shelly .- Empresario, Presidente del Grupo Vilallonga







30 may 2011

Preservar la convivencia

Artículo de Lluís Foix
Publicado en La Vanguardia el 26 mayo 2011

Lo más inteligente sería considerar el fenómeno como una oportunidad y no como un problema

El mapa social de Catalunya ha cambiado notablemente en los últimos diez años. Somos más de un millón más de catalanes que han venido de otros países, con otras culturas y costumbres a cuestas, con creencias y convicciones distintas. Cuando esas personas eran bien acogidas para desempeñar trabajos que contribuían al crecimiento económico general los problemas eran menores.

Pero con la llegada de la crisis, que nos afecta a todos, también les ha tocado a ellos que la sufren doblemente, por su calidad de inmigrantes y por su precariedad de condiciones de vida en estos tiempos dominados por un cierto miedo colectivo. Miedo a no perder el trabajo, miedo a no encontrarlo, miedo al futuro que se percibe incierto y miedo también al otro que puede ser considerado como un intruso indeseable.

La sociedad catalana tiene una porosidad demostrada en los últimos cien años. La integración de los inmigrantes peninsulares a lo largo del siglo XX ha sido positiva sin romper la convivencia entre personas que llegaban para quedarse afrontando las dificultades vitales de quien aterriza en un nuevo entorno social y cultural.

La integración de los que llegaron dice mucho a favor de los sobrevenidos pero también habla muy positivamente de la sociedad de acogida que muy pronto, especialmente a partir de la recuperación de las libertades democráticas, los consideró catalanes a todos los efectos.

Es cierto que la ola de inmigrantes peninsulares era una cierto trasplante con muchos rasgos en común con la sociedad catalana. La inmigración reciente ha venido de América Latina, Pakistán, Marruecos, África subsahariana y otros países con rasgos culturales, costumbres y convicciones propias. Si han tenido ocasión de trabajar se han integrado gradualmente. Es interesante señalar la paz social en el municipio leridano de Guissona donde los inmigrantes igualan o superan a los autóctonos.

¿Por qué la inmigración ha alimentado el miedo en muchos municipios catalanes que en las últimas elecciones han dado el voto a la xenófoba Plataforma per Catalunya o han premiado a García Albiol en Badalona que ha hecho un discurso dramático sobre los inmigrantes? Pienso que una de las causas es el miedo al inmigrante en general culpándole de abusar de los servicios sociales, a pesar de que en un informe reciente se da cuenta de que no es así. Lo prioritario es preservar la convivencia al margen de los pasteleos políticos para presidir este o aquel ayuntamiento.

El objetivo común debería construirse sobre el respeto a la persona y no en planteamientos ideológicos que ponen en grave riesgo la convivencia. Están aquí para quedarse y no se irán. Lo más inteligente sería considerar el fenómeno como una oportunidad y no como un problema.

14 may 2011

JOSEP MASABEU, BRAVAL DEL RAVAL : «Que uno de nuestros chicos sea universitario es un sueño hecho realidad»

Entrevista de Víctor Colomer
Publicado en el Cara a Cara del Diari de Sabadell el 12 mayo 2011

El pedagogo sabadellense Josep Masabeu Tierno, 58, dirige desde hace doce años el proyecto del Raval Braval (con B de Barcelona), que facilita el éxito escolar y la inserción laboral a 200 jóvenes y adolescentes de 30 nacionalidades distintas.

Nació en la calle Tres Creus, 63, («yo he visto construir La Farándula») y estudió en los Escolapios. A los 8 años se trasladaba a Barcelona por motivos laborales de su padre, economista y profesor de la Escuela de Comercio. Gracias a la familia conserva todavía fuertes vínculos en nuestra ciudad.



¿Cómo se trabaja la cohesión social en un barrio donde vive gente de 30 países distintos?
A través del deporte. Tenemos 6 equipos de básquet y 5 de fútbol sala, forzadamente multiétnicos.

¿Qué quiere decir «forzadamente multiétnicos»?
Que en cada equipo mezclamos pakistaníes con filipinos, colombianos, brasileños o marroquíes, para no crear guetos.

¿Partidos amistosos?
No, no. Jugamos la liga de Barcelona y esto es importante porque así nuestros jóvenes salen del Raval y, a la vez, los otros equipos vienen aquí a jugar.

Si un emigrante juega a básquet ¿no delinque?
Y un español tampoco y a los españoles también los atendemos. Nosotros hacemos cosas para todo el mundo, no sólo para los inmigrantes.

Si juegas a básquet ¿te integras?
Aquí sí porque en cada equipo tenemos cinco o seis voluntarios que apoyan a los chicos en el programa 1@1 y con el tiempo se van convirtiendo en un amigo.

¿Cómo apoya exactamente este voluntario?
Hace el seguimiento a cada participante y le inculca valores como el de la puntualidad, ducharse después de jugar, no hacer campana en la escuela, hacer los deberes cada día… y, si no, el sábado no juega.

¿Funciona el sistema?
Sí, estos días tenemos la gran satisfacción de que uno de nuestros chicos, hijo de filipinos, ha terminado la carrera, concretamente la de ingeniero informático. Esto para nosotros es un sueño hecho realidad.

Una flor no hace primavera
Pero tenemos trece más en la universidad. Y más de 200 trabajan con contrato. No es fácil.

¿Por qué?
Porque a veces les llevas a un curso ocupacional y en la primera semana de prácticas que ganan 50 euros están tan contentos que se los gastan y ya no vuelven mas.

O sea que tienen razón los racistas: los inmigrantes tienen privilegios y encuentran trabajo antes
En absoluto. Yo busco trabajo a todos, español o extranjero. Muchos chicos catalanes del barrio de tota la vida también se benefician.

¿Es cierto o no que los inmigrantes tienen ayudas especiales?
No. Simplemente las ayudas sociales son para los más pobres y algunos inmigrantes son muy pobres.

¿Es cierto o no que todos los males de la sanidad pública son culpa suya?
El colapso sanitario no tiene nada que ver con los inmigrantes. Ninguno de estos tópicos es cierto. «La Caixa» acaba de demostrar con un estudio que los inmigrantes aportan más de lo que reciben.

Así pues, ¿ninguna diferencia?
La gran diferencia es que los jóvenes españoles del barrio son depresivos porque en su familia han mamado fracaso, mientras que los inmigrantes han mamado espíritu de lucha y saben que saldrán adelante como sus padres.

¿Cómo empezó en Braval?
Hasta el 2000 estuve trabajando en la escuela Bell-lloc de Girona y aquel año el Opus Dei, al que pertenezco, me pidió que me ocupara del Raval barcelonés.

¿Por qué usted?
Porque tenía experiencia en campos de trabajo de ayuda humanitaria en Lituania y Polonia. Jóvenes de aquí colaboraban, por ejemplo, con el hospital oncológico de Vilnius.

¿Por qué en el Raval?
Porque es una realidad que mis compañeros de la iglesia de Montalegre, que estaban allí, veían cada día.

¿El Opus Dei no se ocupaba sólo de los ricos?
Ha-ha-ha! No, no, de ninguna manera. La Obra hace lo que puede en todas partes. Lo que pasa es que los medios sólo sacáis lo que queréis.

¿Qué más hacéis?
La iglesia de Montalegre atiende más de 600 familias del Raval.

¿Todos los voluntarios son también del Opus Dei?
No, son de nueve religiones distintas.


REPÚBLICA DEL RAVAL

En su libro La República del Raval. Eines de cohesió social, explica su día a día en este barrio barcelonés.
Informa también sobre una de las iniciativas que mejor resultado ha dado, las «Conversaciones sobre Inmigración en Braval». Son comidas íntimas para ocho o nueve personas, sin luz ni taquígrafos, en el mismo local de Braval. En seis cursos se han mantenido 49 Conversaciones con 226 persones distintas, procedentes de diversos ámbitos culturales, profesionales e ideológicos.

14 abr 2011

El problema no es la inmigración, es el paro

Josep Masabeu, presidente del centro de apoyo socioeducativo Braval, en el barcelonés barrio del Raval, apuesta por construir "espacios comunes de convivencia" y considera que el lugar idóneo es la escuela, donde debe producirse una "mezcla" entre autóctonos y extranjeros.





Masabeu ha presentado en Madrid su libro La República del Raval, en el que destaca que “la inmigración es res pública, cosa pública, responsabilidad de todos, y no solo de las administraciones”.

Braval es una iniciativa de desarrollo y promoción social del Opus Dei, que se propone –mediante el voluntariado– promover la cohesión social, luchar contra la marginación, prevenir la exclusión social de los jóvenes, y facilitar la incorporación de los inmigrantes a nuestra sociedad.

Masabeu (Sabadell, 1952), doctor en Pedagogía por la Universidad de Barcelona, afirmó en un encuentro con periodistas que “es preferible hablar de acomodación en lugar de integración”, ya que refleja mejor “la responsabilidad que tienen los inmigrantes para adaptarse a los estándares de la sociedad que los acoge”.

El riesgo de convivir en guetos
“No es cuestión –añadió– de hacer una lista de obligaciones, sino de actuar con sentido común, de forma que se facilite la adaptación de la segunda generación de inmigrantes”. “Deben cumplir los deberes de nuestra sociedad, no porque sean inmigrantes, sino porque son ciudadanos”, dijo.

Jordi Pujol junto a Josep Masabeu, durante la presentación del libro en Barcelona

Josep Masabeu citó cuatro fases que atraviesa un inmigrante, desde la supervivencia inicial, la legalización, la agrupación familiar y el deseo del retorno al origen. “Esta última –dijo- supone la querencia de vivir entre nosotros como si vivieran en su país, y esto entraña un riesgo de convertirse en gueto. Hay que procurar que se relacionen por intereses comunes, más que por factores étnicos”.

Un barrio con problemas
Braval desarrolla su trabajo en el barrio barcelonés del Raval, donde en 1,1 km2 viven 47.454 personas, de las que 22.446 son extranjeros (el 47,3% del barrio), de 30 nacionalidades. El barrio supera las cifras de poblaciones conocidas por su alta inmigración y tiene una densidad de población que triplica la de Barcelona.

Con una estimación del 30% de su población en paro, este porcentaje supone para Masabeu “un factor de riesgo importante” ya que es “un potencial peligro de desórdenes y que debemos superar de forma coordinada”.


Destacó que “no estamos ante un riesgo teórico”, ya que “hay muchos jóvenes de 16 años nacidos ya en España y que no pueden trabajar porque no tienen papeles”.

13 universitarios y 200 trabajadores
El método de Braval consiste en combinar actividades de refuerzo escolar con la participación de los chavales en ligas escolares y municipales de fútbol y baloncesto, pero mezclando autóctonos con los recién llegados.


Braval acoge desde 1998 a chicos y voluntarios de distintas creencias y por sus instalaciones han pasado unos 900 jóvenes de 30 países, que hablan 10 lenguas y profesan 9 religiones.

Al margen de los trofeos deportivos, Masabeu destaca que “13 chavales cursan estudios universitarios, uno ya ha acabado sus estudios superiores, y doscientos están trabajando con contrato”.

La República del Raval, que prologa Núria Gispert, ex presidenta de Cáritas en España, recoge la experiencia de 47 Conversaciones sobre Inmigración en Braval, con 223 participantes distintos, “de manera que Braval se ha convertido en un centro de reflexión sobre la inmigración”.

10 abr 2011

"La República del Raval" se vende en...

Escrito en catalán. ISBN: 978-84-614-6684-9

PVP. 15 €

Proa Espais
C/ Roselló 212. 08008 Barcelona. T. 93-412-51-66
proaespais@llibreriaproa.cat

Comprar por internet

La Central
C/ Mallorca 237. 08008 Barcelona. T. 902-884-990

La Central del Raval
C/ Elisabets 6. 08001 Barcelona. T. 902-884-990

Fundació Raval Solidari
Plaça Bonsuccés 7, ent. 3ª.  08001 Barcelona.  T. 93-301-99-04
ravalsolidari@ravalsolidari.org

5 abr 2011

Sobre la inmigración

Artículo de Federico Gómez Pardo en La Firma de Forum libertas

España que tanto se beneficia de una inmigración rica y temporal como es el turismo, tiene el deber de acoger a la otra inmigración que desesperadamente acude a nuestro país

Acabo de leer un libro interesante recién publicado: La república del Raval de Josep Masabeu. Trata sobre la inmigración. Me ha hecho reflexionar. Lo que sigue a continuación son opiniones mías, no del libro, aunque lo cite algunas veces.

Según reflejan las encuestas, la inmigración continúa siendo una de las principales preocupaciones de los españoles. Parece evidente que a ello contribuye el que la inmigración descontrolada, que llega sin papeles, hasta que los consigue y legaliza su situación, con frecuencia ha de vivir en la marginalidad dedicada a la prostitución y a la delincuencia. Y se acentúa este problema en una situación de crisis y altos niveles de paro como los que sufrimos.

Pese a ello, considero que cualquier ser humano tiene un derecho primordial a trabajar, ganarse la vida y sostener a su familia. Y de sustanciar ese derecho emigrando a otro país si en el suyo no puede satisfacer esas necesidades básicas.

También considero que España, que tanto se beneficia de una inmigración rica y temporal como es el turismo, tiene el deber de acoger a la otra inmigración del tercer mundo que desesperadamente acude a nuestro país. La pobreza extrema de los países de origen que les obliga a emigrar, agravada muchas veces por la corrupción de sus dirigentes, y la existencia de mafias internacionales que se aprovechan de su desesperación, no dejan de ser delitos de “lesa humanidad” inconcebibles en el siglo XXI. Particularmente, no percibo que los gobiernos de occidente hagan mucho para evitarlo, a pesar de que se nos llena la boca hablando de los derechos humanos, incluso que en nombre de su defensa intervengan en guerras, si está en peligro el suministro de petróleo.

En algunos barrios o poblaciones con altos índices de inmigración se están dando últimamente casos de violencia e inseguridad ciudadana, que a su vez generan brotes de xenofobia. Creo que se debe en buena parte a que, con papeles o sin ellos, suelen vivir en barrios marginales, agrupados con los de su nación o su raza, lo cual además de perjudicar su integración, favorece las actividades delictivas.

Por otro lado, existen muchos tópicos sobre algunos supuestos perjuicios que nos provoca la inmigración; así, por ejemplo, está generalizada la percepción de que los inmigrantes colapsan el sistema sanitario. Nada más lejos de la realidad; como demuestra Masabeu en el libro citado, el 11 % de los usuarios de la asistencia primaria básica son inmigrantes, cifra muy similar a su peso demográfico; pero en cambio infrautilizan otros servicios sanitarios, debido a varios factores -algunos de tipo cultural- siendo el principal de ellos la edad joven de la mayoría de ellos que hace que sufran menos enfermedades crónicas. Es un hecho que actualmente los inmigrantes aportan más a la sanidad del país que lo que gastan en ella.

Para mí, el verdadero y más importante problema es el de la integración de esos inmigrantes, cuya solución no es fácil. Requiere bastantes más medios en la enseñanza que los que actualmente se destinan a ello, y una adecuada política de vivienda que respetando su libertad evite la formación de “guetos”.

Desgraciadamente, hay que constatar que los poderes públicos han hecho muy poco al respecto. Y sobre todo hace falta imaginación; quizá lo que más me ha llamado la atención de La República del Raval sean las experiencias que aporta de la Asociación “Braval” sobre integración de inmigrantes a través del deporte. Pero no sólo los poderes públicos o las ONG’s han de preocuparse de este problema, si no que todos los ciudadanos podemos contribuir a esa integración en la medida que la deseemos, evitando cualquier tipo de rechazo, sabiendo ver lo mucho que de positivo aportan a nuestro país y mirando con simpatía a todos los inmigrantes.

29 mar 2011

"Algunos políticos y gurús hablan de oídas sobre la inmigración"

Entrevista realizada por José Orihuel y publicada en EXPANSIÓN 29.03.11. Catalunya. p. 1 y 8

“Los problemas no vienen de la inmigración, sino del paro: si hay trabajo, no pasa nada”
“Hay muchos estereotipos: en el Raval, por ejemplo, hay más italianos que ecuatorianos”
“Se difunde una visión sesgada de la inmigración y el ambiente se está enrareciendo”

Lleva trece años al frente de Braval, una institución del Raval de Barcelona que promueve el éxito escolar y la inserción laboral de jóvenes de 30 países, la mayoría de ellos inmigrantes. Josep Masabeu (Sabadell, 1952) acaba de recoger sus experiencias y sus reflexiones sobre el fenómeno de la inmigración en un libro titulado La República del Raval. Eines de cohesió social.

Según el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el 49,3% de los catalanes considera excesivo el número de inmigrantes
Me gustaría conocer exactamente cuál era el enunciado de la pregunta. No es lo mismo plantear a los encuestados si hacen falta más inmigrantes para cubrir aquellos puestos de trabajo que los de aquí no quieren ocupar, que preguntarles si sobran porque hay más colas en la sanidad pública... Existen prejuicios y lugares comunes. ¿Alguien habla de los italianos o de los franceses del Raval? En el barrio hay más italianos que ecuatorianos y más franceses que dominicanos. Se crean imágenes estereotipadas del Raval o de Salt. Es verdad lo que contaron los medios de comunicación sobre Salt, pero fueron tres días y no ha vuelto a ocurrir.

¿Le preocupa el uso electoral que pueda hacerse de la inmigración en las próximas elecciones municipales?
Estamos en precampaña y es un tema que se va a usar en sentido negativo. Se está dando una visión sesgada de la inmigración y eso es preocupante. Espero que no pase nada, pero el ambiente se está enrareciendo.

¿Se nota en el Raval?
En el Raval viven 48.000 personas en un espacio de un kilómetro cuadrado. El 47,4% son inmigrantes y se calcula que la tasa de paro ronda el 30%. Los chavales están nerviosos. Si esto no explota es porque Dios no ha querido y porque las entidades, las administraciones y las parroquias se han movido. El problema no es la inmigración en sí, sino el paro. Si hay trabajo no pasa nada. Un ejemplo es el de Guissona, donde más de la mitad de los habitantes son de fuera, pero existe trabajo y el grupo Guissona ha creado fundaciones para ayudar a los inmigrantes.

¿Cuántos políticos le llaman para conocer su opinión sobre la inmigración?
Antes me llamaban durante las campañas comunicándome a qué hora vendrían a visitar Braval, pero yo les decía que no quería ninguna cabalgata electoral. Fuera de las campañas, otros políticos, de todos los partidos, han venido para conocer Braval y para participar en las Converses sobre Inmigració, que hemos celebrado desde 2005.

¿Qué le parece la decisión de algunos ayuntamientos de prohibir el uso del burka en equipamientos municipales?
En el Raval sólo llevan burka seis mujeres... Algunos políticos y gurús han visto pocos inmigrantes en persona, y hablan sólo de oídas. Me parece bien que se obligue a ir al Ayuntamiento o subir al autobús sin burka, como tampoco puedes entrar a algunos lugares con el casco de la moto puesto; también te piden el DNI para acceder a un edificio de oficinas... ¿Vamos a hacer 27 leyes sobre el burka?

Dice en su libro que, al hablar sobre inmigración, no le gusta el término integración...
Sí, la integración a veces no quiere decir nada. ¿Quién se integra dónde si el 92% de los alumnos de un colegio son de fuera? Hay que explicar qué es lo que queremos decir; sino, es un concepto vacío. Yo prefiero hablar de acomodación o de encaje. Pongo el ejemplo del coche con cuatro personas que va hacia Tarragona; a mitad camino recoge a una quinta, que se acomoda en la parte de atrás. Lo que no puede hacer el nuevo pasajero es decir: "¡vamos a Girona!". El coche es mío y vamos a Tarragona: la sociedad es nuestra; la otra persona es quien ha venido y quien debe aceptar nuestra manera de hacer las cosas y nuestra base cultural.

¿Sería conveniente exigir eso en un documento?
Enseñarlo es mucho más simple que exigirlo. ¿Qué es más tradicional: poner el belén o dormir la siesta? No es eso... No se puede bajar a ese nivel de detalle. Son cosas que [los inmigrantes] van aprendiendo por ósmosis si se consiguen espacios de convivencia. En Braval, los chavales decoran sus casas en Navidad, comen la mona de Pascua o corren la Cursa El Corte Inglés, pero tipificar la vida es imposible.

¿Y el requisito del conocimiento del catalán planteado por la Generalitat para avalar la integración?
Que sea un requisito determinante no quiere decir nada, aunque eso es lo que han hecho en todos los países. Deben cumplir los deberes de nuestra sociedad, no porque sean inmigrantes, sino porque son ciudadanos.

A veces no es fácil que se adapten...
Si tú les dejas, al principio van a sus guetos, con los de su país de origen; pero si fuerzas las cosas -en el colegio o en equipos de fútbol o baloncesto-, al cabo de pocos meses todos son iguales y se empiezan a relacionar por intereses comunes y no por factores étnicos. En las escuelas se está haciendo muy bien: lo que hacen los profesores es admirable, pero nuestro sistema escolar pivota sobre la zonificación y sería mejor repartir a los inmigrantes entre distintos colegios.

Con la crisis, ¿hay inmigrantes que han regresado a su país de origen?
Son muy pocos los que se han ido, porque aquí están mal, pero allí están peor. Aquí tienen colegio para los hijos, sanidad y un piso de 20 metros cuadrados. Además, han sabido adaptarse a la economía sumergida: ha caído la afiliación a la Seguridad Social, pero han aumentado las remesas que mandan a sus familiares. En cualquier caso, el paro es un tema muy serio, porque los de aquí tienen un cojín social , pero ellos no lo tienen. Respecto a la dicotomía catalán-castellano, se trata de un problema teórico, porque conocen las dos lenguas. Con ochenta horas ante la televisión, los jóvenes ya entienden el catalán y el castellano, aunque a sus padres les cuesta más.

Inmigrantes que llegan a la Universidad
Braval nació en 1998 por iniciativa del Opus Dei y comenzó su actividad con equipos deportivos multiétnicos, una faceta que continúa muy viva con seis de baloncesto y cinco de fútbol sala. Masabeu, que anteriormente fue profesor del colegio Bell-lloc del Pla, en Girona, no duda ni medio minuto cuando se le pregunta por lo que más satisfacciones le ha dado su tarea en Braval: "primero, que uno de los chavales [inmigrantes] acaba de terminar la carrera, trece más están en la Universidad y doscientos están trabajando con contrato; segundo, que hay muchos voluntarios entre los que participaron años atrás en nuestras actividades: son un gran referente para los más jóvenes".

25 mar 2011

Braval, República deportiva del Raval

Artículo de Carles Gallén
Mundo Deportivo. 25 marzo 2011. Catalunya Esportiva. p. 5

Con el objetivo de promover la cohesión social, luchar contra la marginación, prevenir la exclusión social de los jóvenes y facilitar la incorporación de los inmigrantes a nuestra sociedad, el año 1998 nació el Programa Deportivo Multiétnico de la asociación Braval, una entidad patrocinada por la Fundació Raval Solidari que desarrolla su actividad en este barrio barcelonés con casi un 50 por ciento de inmigración entre la población.


“El deporte colectivo siempre ha sido una herramienta integradora y con este objetivo comenzamos nuestras actividades hace 13 años creando equipos de básquet y de fútbol sala formados mayoritariamente por inmigrantes de diversos países mezclados con jóvenes catalanes y españoles, todos ellos bajo la coordinación de voluntarios”, explica el pedagogo Josep Masabeu, presidente de Braval. “Esta temporada tenemos once en competición, seis de básquet y cinco de fútbol sala, todos ellos formados por jóvenes entre los 11 y los 21 años, que juegan las ligas del Consell de l’Esport Escolar de Barcelona, que es donde les inscribimos el 1998 porque en las federaciones sólo se podían tener dos jugadores extracomunitarios por equipo”, añade.

Josep Masabeu, que explica esta y otras experiencias en el ensayo que lleva por título La República del Raval. Eines de cohesió social, se siente orgulloso del trabajo que hacen estos equipos. “El deporte es la piña de la convivencia y el objetivo de este programa es la integración de los jóvenes, que tienen tres días de actividad durante la semana: uno de refuerzo escolar, uno de entrenamiento en el polideportivo municipal Can Ricart y otro de competición, ya sea en el barrio o fuera de él”, afirma. “Y todo esto lo mueven 130 voluntarios, entre los cuales se encuentran los propios jugadores de los equipos de básquet de categoría júnior, que entre todos invirtieron 14.000 horas en estas actividades la temporada pasada”, añade Josep Masabeu.

Experiencia presentada en el Congreso del Tercer Sector Social

El 24 y 25 de marzo 2011 se ha celebrado en el Centre de Convencions Internacional de Barcelona el Congreso del Tercer Sector Social, que agrupa a más de 7.000 entidades, y que se ha desarrollado bajo el lema Sumamos valores, construimos futuro.

En el Ágora de Experiencias he presentado la titulada El deporte como herramienta para la cohesión social. Diversas entidades se han interesado por los procedimientos que utilizamos en Braval y que facilitan un alto grado de cohesión social.

La ciudad mestiza

Raimon Noguera, el Colegio de Notarios, el Institut d´Estudis, el Macba, el CCCB y la fuerza migratoria en el nuevo Raval

Interesante artículo de Josep María Cortés en La Vanguardia, 13 marzo 2011.
Suplemento Dinero. Crónicas burguesas. P. 16-17.

Describe el desarrollo sociológico del barrio del Raval, destacando aquellas personas e instituciones que han contribuido decididamente a su configuración. En la parte final destaca el hecho migratorio de los últimos años como un factor determinante. Dice así:

"El Raval incluye un conjunto de calles y plazas que están situadas entre la segunda y la tercera murallas de la ciudad antigua y que fueron urbanizadas en el novecientos. Hoy es, ante todo, una compleja geografía urbana marcada por la configuración del espacio en pleno shock migratorio en unos años en los que Barcelona sufre las presiones de otras ciudades receptoras, como Berlín, París o Londres, pero con una intensidad todavía mayor. Los nuevos flujos y sus desafíos, capaces de aplastar los aleatorios intentos solidarios, sitúan la urgencia en la escuela y la sanidad, según datos aportados por Josep Masabeu, presidente de Braval y autor de La república del Raval (ed. Obra Social de La Caixa), que fue presentado hace apenas una semana en el Col·legi de Notaris de Catalunya, en un acto abanderado por el ex president, Jordi Pujol, uno de los políticos europeos con auténtico discurso de fondo en el debate migratorio.

Los notarios barceloneses, que un día se llegaron a plantear abandonar la sede de su colegio profesional situado en el corazón del Raval, son ahora uno de sus referentes territoriales. Gracias a su descomunal archivo, ellos mejor que nadie entienden la ciudad de origen medieval como un depósito de valor. Su Fundación, presidida por el actual decano, Joan Carles Ollé, cubre el flanco de la responsabilidad civil por medio de convenios con entidades, como Amics de la Gent Gran, la Fundació Esclerosi Múltiple o AcNabiu.

La Barcelona del notario Raimon Noguera representó una civilización de intereses; la capital de un país, que en palabras de Ramon Trias Fargas, forma parte, "modesta pero dignamente", del concierto de las naciones", tal como ha escrito Juan José López-Burniol."


12 mar 2011

La República del Raval

Artículo de Gregorio Luri, doctor en filosofía y educador
Publicado en el diario Ara. Criatures. Sábado 12 marzo 2011. p.13

Si en el Raval, con un 50% de población inmigrante, se ha preservado una cierta armonía cívica ha sido, en parte, gracias al trabajo de muchos maestros.


Uno de ellos, Pep Masabeu, presentó el 28 de febrero su libro La República del Raval. Eines de cohesió social, que recoge esquemáticamente el trabajo que desarrolla la asociación Braval, que él dirige, en la calle de la Cera. Aquí, niños de 30 países, que hablan 10 lenguas y practican 9 religiones, se entienden entre ellos, trabajan juntos, aprenden a conocer Cataluña y estudian con la ayuda de un grupo de voluntarios. Esto es hacer cohesión social. La actividad de Braval es muy diversa, pero a mí me llaman especialmente la atención dos aspectos.

El primero es la meticulosa limpieza de sus instalaciones. Es casi más difícil encontrar un papel en el suelo que un gesto de cansancio en los colaboradores de Pep. No es ninguna tontería proporcionar a los niños inmigrantes una experiencia de este tipo.

El segundo es la sala para estar en silencio. Pep ha habilitado un espacio donde los chicos que lo desean van a permanecer un rato quietos y callados. Siempre hay alguien. Simplemente entran, se sientan en un banco y se quedan un rato a practicar la convivencia con el ritmo lento del silencio para sentir su intimidad, lejos de las urgencias y los reclamos imperativos del barrio.

Mientras todos intentamos estimular a los niños, fomentando sus intereses para que se mantenga su atención en movimiento, Pep, uno de los pedagogos más innovadores de Cataluña, les da la posibilidad de gozar del regalo gratuito del silencio. Como te decía un amigo común: “Adelante, Pep, y enhorabuena”

Tal como somos

Artículo de Manuel Cuyàs.  El Punt. Avui. 26 febrero 2011. p.19

El miércoles se habló mucho del golpe de estado del 23 de febrero del 1981, del cual aquel día se cumplían treinta años. Me parece que se habló más que con motivo de los veinticinco. Basté, en RAC1, dedicó una mañana monográfica muy bien hecha, pura radio. Otra emisora recuperó la grabación del programa que se emitió aquel día y lo reprodujo entero a tiempo real, empezando las 18.23, que es cuando entraron los guardias civiles en el Congreso. Todo esto, este interés, debe tener algún sentido en la España donde los dos partidos principales se pelean y se insultan hasta límites que nos transportan al momento en que Adolfo Suárez recibía todo tipo de invectivas y cuando muchos quieren reforzar el Estado central y centralista en detrimento de las autonomías, principalmente la catalana.

El mediodía del miércoles, unos cuantos periodistas fuimos convocados a la Fonda Gaig de Barcelona para asistir a la presentación de un estudio con un título un poco difícil de decir, Valores blandos en tiempos duros, que ofrece un minucioso retrato de los catalanes de hoy. Basado en unas encuestas altamente fiables, ha sido impulsado por Esade y la Fundació Lluís Carulla y dirigido por Ángel Castiñeira y aquel sociólogo vasco con cara de Unamuno que se llama Javier Elzo.

¿Como somos los catalanes? Menos religiosos, más individualistas, más interesados por la política y menos por los políticos, más independentistas, más transversalmente catalanistas, menos trabajadores, más hedonistas, más formados... Todo esto, en conjunto, ¿es bueno o es malo, señores Castiñeira y Elzo? Hay elementos positivos, incluso muy positivos y hay negativos. En cualquier caso es lo que hay, es tal como somos. Podemos mirar a algunos países europeos avanzados cara a cara y podemos mirar al resto de España un poco por encima, que siempre nos va bien. Otra pregunta: cuando hablamos de “menos” y “más”, ¿dónde se sitúa la comparación? “En las encuestas semejantes que se hicieron en las décadas de los ochenta y los noventa”. En los ochenta, cuando Tejero entraba en el Congreso.


Al día siguiente, jueves, una comida muy diferente en la sede de Braval, en una de las calles oscuras del Raval de Barcelona. Platos precocinados, ninguna sofisticación, y un helado de la Sirena de postre. Josep Masabeu, presidente de Braval, nos presenta otro libro, un estudio del cual es autor, sobre la experiencia acumulada en los años que hace que está al frente de esta institución vinculada al Opus Dei que, a través del deporte, se propone la cohesión social, la lucha contra la marginación y la prevención de la exclusión de los jóvenes en el barrio más complicado de Barcelona. En el Raval, nos indica Masabeu, hay más habitantes que en Salt, Vic o Figueres: más de 48.000. El 47,3% son extranjeros. Como que el programa se basa en el voluntariado y ayer, en Can Gaig, hablábamos del egoísmo, el hedonismo y el individualismo de los catalanes, pregunto a Masabeu si Braval encuentra efectivos humanos para hacer su labor. “Siempre faltan, pero ciento treinta voluntarios han dedicado a los jóvenes que acogemos más de 14.000 horas en un año, que se dice rápido”. El retrato de los catalanes, el cómo somos, se perfila.

Los reunidos el miércoles en el Gaig descubrimos que en una mesa del fondo estaba sentado Pep Guardiola con un amigo. El entrenador del Barça había renovado el contrato aquella mañana y lo debía celebrar. Champagne e intimidad. Como que la mesa donde comía el futbolista estaba situada camino de los lavabos, a muchos comensales de otras mesas les vinieron las urgencias y le pasaron y repasaron por delante. Sólo lo miraban de reojo. Nada de hablarle, saludarle y mucho menos echársele encima. La catalana contención. Mientras el Tejero de treinta años antes vociferaba por las radios y Castiñeira y Elzo desentrañaban el ser de los catalanes de ahora, yo observaba a Guardiola desde mi mesa. Alto, barba, cabeza rapada, jersey, camisa de cuadros, aquellos movimientos de serpiente en alerta... Tantas cabelleras y tantos tabardos como habíamos vestido en los ochenta.

Al día siguiente, en el Braval, hablábamos de Guardiola: “El y sus jugadores transmiten a los inmigrantes que procuramos formar e integrar las virtudes del esfuerzo, la disciplina, la educación, el respecto a los demás...”. Valores fuertes en tiempos duros, en el Raval.

Presentación del libro a los medios de comunicación

El pasado 24 de febrero, en el transcurso de una comida, hice la presentación del libro “La República del Raval” a los medios de comunicación.

Participaron:
Nuria Gispert           Cáritas española. Expresidenta
Juan Pablo Garrido   Braval. Director
Ruben Mestre          Braval. Jefe de Programas
Joan Corbera          Europa Press Catalunya. Director
Carles Solà             TV3. Tot un món
Mónica Zapico        TV3. Informativos
Marc Argemí          Opus Dei. Oficina de información en Catalunya
Santi Nolla              El Mundo Deportivo. Director
Manuel Cuyàs         El Punt. Director adjunto
José Orihuel            Expansión
Fidel Masreal         El Periódico
Anna Castells         TVE. Ex directora informativos
Lluís Foix              Analista político
que habían estado ya en alguna de las Conversaciones sobre Inmigración en el Braval a lo largo de estos años. Fue una sesión muy agradable.





Un libro analiza el fenómeno de la inmigración en el Raval

Plantea el deporte como forma de integración entre chavales autóctonos y foráneos

Europa Press. Barcelona. 7 marzo 2011


Un libro del pedagogo Josep Masabeu analiza el fenómeno de la inmigración en el Raval y propone la promoción del deporte entre los más jóvenes para lograr la integración y la cohesión social.

Con un prólogo de Núria Gispert, ex presidenta de Cáritas en España, el libro expone la labor que desde 1998 desarrolla Braval, la entidad de voluntarios vinculadas al Opus Dei, en un distrito en el que el 47,3% de la población es inmigrante.

Masabeu apuesta por construir "espacios comunes de convivencia" y considera que el lugar idóneo es la escuela, donde debe producirse una "mezcla" entre autóctonos y extranjeros.

El libro, titulado 'La república del Raval', recoge la experiencia de una serie de conversaciones que ha acogido la entidad a lo largo de estos años entre políticos, miembros de ONG, profesionales liberales y periodistas, entre otros.

Masabeu considera que hay que dar una visión positiva sobre la inmigración y que existe una "discordancia" entre la percepción de este fenómeno y la realidad.

El método de Braval consiste en combinar actividades de refuerzo escolar con la participación de los chavales en ligas escolares de fútbol y baloncesto, pero mezclando autóctonos con los recién llegados.

"Es mejor una liga de fútbol de todo el mundo, que una en la que sólo participen ecuatorianos", resume Masabeu, que desarrolla su actividad con otros dos empleados fijos, pues el resto son voluntarios.

Pese a su adscripción católica, Braval acoge a chicos y voluntarios de distintas adscripciones y por sus instalaciones han pasado jóvenes de 30 países, que hablan 10 lenguas y profesan 9 religiones.

Al margen de los trofeos deportivos, Masabeu muestra con orgullo que ha habido 13 chavales que están en la universidad y uno ya ha acabado sus estudios superiores.

Masabeu concluye que el fenómeno de la inmigración no debe ir en detrimento de "preservar" los derechos de la comunidad de acogida.

Hacia una integración étnica real

El centro Braval estimula con el deporte la cohesión social en uno de los barrios más mestizos de Cataluña. Autóctonos y foráneos forman un solo equipo

El papel de las entidades que trabajan en el Raval por la integración es crucial para evitar el conflicto entre guetos

Artículo de Ana Domingo Rakosnik.  La Razón. Catalunya. 7 marzo 2011. p.2



En poco más de un kilómetro cuadrado conviven más de 45.600 personas de 30 países diferentes que hablan hasta diez idiomas distintos y que profesan nueve religiones. La amalgama de foráneos, pues, supera con creces a Salt y Vic, cuya extensión territorial también es mayor que la del barrio. Así es el Raval.

Entre proyectos urbanísticos del Ayuntamiento de Barcelona, edificios irrehabilitables y laberínticas calles, numerosas entidades beneficosociales se afanan para que la convivencia sean hechos y no palabras, para que la integración de las nuevas generaciones de inmigrantes -muchos de ellos ya nacidos en suelo catalán- sea una realidad.

Pero, ¿qué se entiende por integración? En 1990 cuando en España la población inmigrante suponía un 1 por ciento, en el barrio barcelonés la tasa de extranjeros era del 10 por ciento. Hoy es del 47,4 por ciento.

Contra los guetos
¿Cómo puede una ciudad asimilar en pocos años tantas etnias, culturas y religiones sin que la situación se desborde? La cancillera alemana, Angela Merkel, ha sido contundente a la hora de afirmar que el multiculturalismo -se respetan todas las culturas entendiendo que pueden convivir fácilmente- «ha fracasado completamente» en Alemania. Los altercados en las «banlieues» francesas ejemplificaron que el modelo de asimilación -el recién llegado debe olvidar su origen y pasar a ser un francés más- no funciona.

Josep Masabeu tiene claro que la integración completa sólo podrá conseguirse si inmigrantes y autóctonos comparten espacio y tiempo con generosidad y respeto mutuos. Como presidente de Braval, una de las entidades que desde el corazón del barrio llevan años trabajando por la cohesión social, Masabeu apuesta por un proyecto deportivo y educativo. Los niños llegan al centro invitados por algún amigo que juega en uno de los equipos de fútbol o básquet de la entidad y, poco a poco, con la labor de los voluntarios, aprenden a convivir con unos valores comunes. El fin de semana compiten en la liga del Consell de l’Esport Escolar de Barcelona. Además, a todos se les ayuda con sus estudios. El objetivo es que los jóvenes no se junten sólo con los que tienen su mismo origen y evitar los ghettos.

«Lo que conseguimos es que tengan un referente entre los voluntarios, que se integren sin perder su identidad y que recuperen su autoestima», explica Masabeu. Se les transmite conceptos tan básicos como que hay que ducharse después de cada partido o que es necesario cumplir con los entrenamientos si quieren competir. Todos, inmigrantes y autóctonos, tienen derechos y deberes. La solidaridad es también uno de los pilares de Braval que organiza salidas al Cotolengo o asistencia a los 2.100 ancianos que viven solos en el barrio.

Desde 1998, 900 menores han pasado por Braval. Algunos se han convertido incluso en voluntarios y ejemplos a seguir para los más pequeños, como Glenn, que nacido en Cataluña y de padres filipinos pronto se licenciará en Ingeniería Informática por la UPC.

Datos del barrio
El 47,4 por ciento de la población del Raval es inmigrante. En poco más de 1 km cuadrado conviven personas de 30 países que hablan 10 lenguas diferentes y profesan 9 religiones.

Unos 900 niños han pasado por los campos de fútbol y básquet y por las aulas de Braval desde 1998. Hoy, la entidad es un ejemplo a seguir para nuevos proyectos que buscan la integración.

El Raval tiene una población de 45.600 personas.



“La República del Raval”
¿Cómo pueden los autóctonos ayudar en la integración?. “Rompiendo las barreras físicas”, afirma Josep Masabeu. ¿Cómo hacerlo si paseando por el Raval pocos miran a los ojos?. Con esfuerzo y respeto por parte de todos.

El presidente de Braval, además de ocuparse diariamente de cohesionar a los ciudadanos del Raval, aporta ahora un nuevo granito de arena en esta línea con el libro “La República del Raval. Eines de cohesión social” que recoge la información compartida con profesionales de todos los sectores en los encuentros que organiza Braval. La obra, no sólo analiza el fenómeno de la inmigración, sino que reflexiona sobre el camino hacia una integración real. ¿De qué sirve subvencionar a entidades monoculturales que limitan la integración?. ¿Fomenta la convivencia la escuela de hoy?

Deberes y fútbol

Un libro defiende el modelo de la entidad Braval de unir a chavales inmigrantes y autóctonos a través del deporte y las tareas escolares

Artículo de María-Paz López.  La Vanguardia.  1 marzo 2011.  Vivir. Ciudadanos. p. 7.


Combinar fútbol y deberes para cohesionar a la juventud de un barrio como el Raval, con un 47,3% de población inmigrada, es una receta aplicada por el pedagogo Josep Masabeu, quien propone exportarla a zonas de tejido social delicado de otras ciudades. El truco está en promover la superación personal a través del deporte de equipo (en este caso, fútbol y baloncesto) y de la mejora del rendimiento escolar, pero juntando a los chavales autóctonos con los recién llegados.

Ese espíritu rezuma el ensayo La república del Raval. Eines de cohesió social, editado por la Fundació Raval Solidari, en el que Masabeu expone los resultados de un sistema que desde 1998 desarrolla Braval, la entidad de voluntarios vinculada al Opus Dei que él preside. El libro fue presentado ayer por el ex president Jordi Pujol en el Col·legi de Notaris de Barcelona.

“No hacemos programas dirigidos selectivamente a inmigrantes, sino a todos los habitantes del Raval; y como resulta que en el Raval hay muchos inmigrantes, tenemos inmigrantes en todos los programas”, zanja Josep Masabeu, doctor en Pedagogía por la Universitat de Barcelona.

Sólo echar un vistazo a las cifras que plantea en su libro dice mucho sobre la necesidad de estrategias de cohesión social. Según el padrón del 2010, en el Raval -con una superficie de 1,1 kilómetros cuadrados- viven 47.454 personas, es decir, este barrio barcelonés tiene más habitantes que Figueres, Vic o Salt. Hay 22.446 extranjeros (el 47,3% del barrio), y las nacionalidades más representadas son, por este orden: pakistaníes, filipinos, bangladesíes, marroquíes e italianos. El 30% de la población está en paro.

La receta de Braval consiste en montar partidos de fútbol entre los chavales y, además, ayudarles a hacer los deberes. Puntualización sobre el fútbol: “Es mejor jugar en competiciones normalizadas del país como un equipo más, mezclando a los jugadores de diversos países en cada equipo”, arguye Masabeu. Eso ayuda más a la cohesión, sostiene, que programar mundialitos de inmigrantes u organizar una liga latina, filipina o magrebí, pues fomentan el gueto. Aclaración sobre los deberes: se trata de “colaborar con las familias, completar el trabajo de la escuela”, pero “no de ser un centro de recuperación escolar, ni una academia de idiomas, ni un centro de formación ocupacional, ni un club deportivo”.

Para que todo funcione, el voluntario -entrenador, tutor de tareas escolares, monitor de ocio,…- debe tener formación interreligiosa e intercultural. Braval se declara cristiana, pero entre chicos y voluntarios acoge a gente diversa.

Desde los inicios, ha habido 901 participantes, jóvenes de 30 países, que hablan 10 lenguas y profesan 9 religiones. Y ha habido 770 voluntarios, de los cuales un buen grupo fueron en su día participantes de los programas.





Semáforo verde

Jordi Pujol presenta el libro "La República del Raval"

El pasado 28 de febrero, en el salón de actos del Colegio de Notarios de Cataluña, el ex-Presidente de la Generalitat Jordi Pujol presentó el libro editado por la Fundació Raval Solidari.

Más de 200 personas asistieron al acto: voluntarios, participantes en los programas y sus familias, representantes de diversas entidades, miembros del patronato y colaboradores, políticos y medios de comunicación.